Ser un gran líder en tiempos de crisis
No es ninguna novedad que en tiempos de crisis lo que más pone en peligro a la organización son las decisiones de sus líderes que esto se puede traducir en cómo gestionan sus emociones y qué habilidades tienen.
¿Cómo debería de ser un líder? No se trata de que si se reacciona mal ya no hay nada que hacer o habría que cambiar al equipo, se trata de un trabajo personal y profesional el inculcar habilidades que lleven a la organización por buen camino.
A continuación, presento las habilidades que se consideran críticas para sobre llevar una crisis:
Habilidad de adaptarse.
Los buenos líderes se adaptan rápidamente a situaciones de constante cambio, actualmente lo único constante es precisamente eso, el cambio ya que con la pandemia cada día, cada semana nuevas decisiones se toman a nivel mundial, contagios, contexto económico que se torna complicado una nueva normalidad que no termina por definirse requiere urgentemente un dinamismo en las decisiones que se estén tomando y sobre todo el reaccionar de manera puntual llevando a que el equipo ejecute las estrategias rápidamente.
Entender el sentido de urgencia.
Como se comentó en el punto anterior el hacer los movimientos adecuados rápidamente necesita organización y estructurar las áreas de negocio para responder ante los acontecimientos del día a día. Si no se cuenta con el sentido de urgencia, cuando se tomen decisiones seguramente ya no corresponderán al contexto del momento.
Las empresas que saben accionar de manera eficiente son las que tienen más probabilidades de sobrevivir no solamente por adaptarse a los cambios sino en el sentido de que si algún táctico no funciona se pueda modificar inmediatamente.
Control de sus emociones.
Los mejores líderes pueden hacer un equilibrio entre la razón y el corazón. Todos tenemos miedos, estrés, coraje sin embargo en tiempos de crisis lo último que se debe de hacer es dejarse llevar por estos sentimientos tanto positivos como negativos.
Si se sabe que las emociones es algo que cuesta trabajar, es válido pedir apoyo en alguien que pueda dar visibilidad de la neutralidad entre la racionalidad y las emociones.
Sentido de aprendizaje
Para aprender, primero hay que saber escuchar. Si no se cuenta con la apertura a recibir opiniones, puntos de vista o críticas difícilmente habrá un crecimiento en cualquier área del ser humano.
Un buen líder consulta a los expertos y siendo claros en este punto los expertos también son nuestro equipo de trabajo pues solamente ellos conocen al 100% la operación de su trabajo, los retos a los que se enfrentan, ventajas y demás por lo que hay que considerar la retroalimentación de cada uno de los empleados y sobre todo el fomentar que exista un ambiente que propicie la generación de ideas entre los trabajadores.
Grandes habilidades de comunicación.
En tiempos de crisis la comunicación es esencial, el reto en estos tiempos es tener la misma calidad de comunicación bajo los nuevos esquemas laborales como el trabajo remoto, cierres temporales o simplemente el estrés que todos los miembros de la organización pueden estar sufriendo por la incertidumbre.
El encontrar un lenguaje asertivo para que el equipo crea en el líder es entonces la llave a una ejecución exitosa.
Vale la pena realizar un auto análisis de que tanto se cumplen con estas características o no y llevar a cabo un plan de contingencia interior donde descubramos las raíces de nuestros puntos de mejora y trabajemos en eliminarlos.