Azure Virtual Desktops
Los Windows Virtual Desktops son una solución disponible en Azure que ofrece la virtualización de computadoras de escritorio Windows o incluso aplicaciones individuales para liberarnos de la carga de obtener y mantener dispositivos físicos, cuando podemos disponer de estos Escritorios Virtuales que nos permiten ajustar las características de rendimiento y seguridad, así como otras configuraciones.
Principales características
De la misma manera, como cualquier carga de trabajo se ve beneficiada de migrarse a la nube, los Escritorios Virtuales de Windows adquieren flexibilidad y disponibilidad, así como funcionalidades como las que se listan a continuación:
- Despliegue de escritorios con capacidades ajustadas a lo que realmente necesitas con ya posibilidad de ajustar en el futuro e incluso compartir el mismo servidor para aprovechar aún más los recursos por los que pagas.
- Posibilidad de correr aplicaciones aisladas de manera que parezca que está corriendo en tu computadora física.
- Manejo de usuarios, permisos y recursos desde un mismo portal administrativo.
- Integración con sistemas de Active Directory con la posibilidad de integrar mecanismos de seguridad como Autenticación Multifactor.
- Opción para traer tus licencias de software a estos despliegues para que no tengas que pagar nuevas.
- Entre otras.
Casos de uso
Las estaciones de trabajo virtuales no son algo nuevo, sin embargo, recientemente han adquirido mucha más popularidad y las herramientas utilizadas para desplegarlas se han vuelto mucho mejores que antes.
Ahora que toma auge el concepto de BYOD (Trae Tu Propio Dispositivo por sus siglas en inglés), los escritorios virtuales se han convertido en una manera sencilla de asegurar la seguridad de los datos de trabajo para que no tengan que estar físicamente en la computadora que no pertenezca a la empresa, y que cumpla con los requisitos de seguridad.
También son muy utilizados en situaciones en las que los dispositivos de los empleados -o incluso de la empresa- no son lo suficientemente poderosos como para correr ciertas cargas de trabajo, por lo que se pueden utilizar escritorios virtuales para satisfacer esta demanda por el tiempo que sea necesario; sin tener que adquirir una computadora con las características necesarias, lo cual incurriría en costos más elevados.
Cabe mencionar que especialmente debido a la situación actual, en la que hemos tenido que trabajar desde casa y que muchos no cuentan con dispositivos calificados, hacen que los escritorios virtuales ayuden mucho gracias a su flexibilidad de configuración, costo; pero sobre todo por su rapidez de despliegue. Estamos hablando de un despliegue posiblemente masivo se logra en cuestión de horas, cuando con un despliegue físico podría tomar hasta semanas.
¿En verdad funciona igual de bien que una computadora física?
La respuesta general es sí. Desde un inicio hay que dejar en la mesa que utilizar este tipo de solución requiere una conexión a internet mientras se utilice y además estable. Si este requerimiento se cumple, prácticamente todas las cualidades son iguales o mejores que las de una computadora física. Por ejemplo, puedes obtener un iPad con mouse y teclado Bluetooth en vez de utilizar una computadora que ocupa espacio y más energía, de manera que puedes trabajar de manera móvil y cómoda, sin tener que mantener una computadora más costosa.
Además, con Windows Virtual Desktops puedes manejar usuarios y permisos para ajustar el despliegue a las necesidades de tu empresa y sus políticas de seguridad.
Si te preocupa que las conferencias en línea de Microsoft Teams sean más lentas al utilizar esta herramienta, no lo estés, porque utiliza una tecnología especial que simula la aplicación corriendo de manera directa en tu dispositivo para reducir la latencia.
Mientras tengas acceso a internet y un dispositivo con navegador, tienes acceso a una poderosa herramienta de trabajo.
¿Qué requiero para tener esta solución en mi empresa?
Para poder implementarla, es necesario contar con un Azure Active Directory junto con un controlador de dominio, el cual puedes comenzar de cero o replicar de tu Active Directory actual, si ya cuentas con uno; este se utiliza para manejar a los usuarios. Además, necesitarás una suscripción en Azure para poder consumir estos servicios.
Después de contar con estos requerimientos el proceso de configuración se lleva a cabo de manera gráfica en el portal de Azure y bajo este esquema el manejo de recursos se divide entre Microsoft y tú, como se ilustra en la imagen de abajo:
Si se necesitan integrar más herramientas como contenedores para datos de usuario o aplicaciones, sí entra un proceso un poco más elaborado, pero esto permite la entrega de un despliegue mucho más eficiente tanto en precios como en rendimiento.
Te invito a que explores esta solución y descubras cómo se puede implementar en tu entorno de trabajo para alcanzar su mayor potencial.