Implementar un ERP en servidores físicos VS en la nube
El ERP es un proyecto de transformación organizacional muy bueno, por lo que su desempeño es entonces algo que se debe asegurar desde el inicio de la implementación.
Actualmente empresas alrededor del mundo, sobre todo las PYMES, se enfrentan con el interrogante de tener su ERP en servidor local o en servidores en la nube.
Cuando hablamos de un ERP en la nube hablamos de beneficios tangibles para el negocio, como son:
- La continuidad de la operación está mucho más asegurada.
- Se paga bajo consumo o demanda.
- La instalación en la nube es rápida.
- No hay gastos adicionales de mantenimiento del estado físico de los servidores como aire, site, limpieza, conexión.
- No necesidad de contar con recursos humanos dedicados a cuidar actualizaciones, seguridad, antivirus, huecos de seguridad y soporte general.
- En la nube existen muchas aplicaciones, servicios y productos, para complementar la funcionalidad del ERP. De igual forma, solo se paga lo que se consume por lo que esto los convierte en más accesibles.
- La nube permite que se pueda acceder al ERP desde cualquier lugar o dispositivo, más fácilmente.
- En la nube se cuenta con el respaldo de un equipo experto ya sea del Partner o del mismo proveedor.
- Los servidores de la nube no se vuelven obsoletos con el tiempo, se renuevan de manera automática.
- En la nube, la capacidad es elástica y puede crecer casi inmediatamente, pero también decrecer; esto es hacerse más pequeña cuando se requiera.
A pesar de que un servidor físico tiene ventajas interesantes que lo convierten en un fuerte competidor para la nube, también cuenta con algunas desventajas, tales como:
- Un servidor físico da la impresión de que es muy barato por que el equipo en si lo es, y es inversión de un solo tiro y no de pago mensual. Esto a las empresas les puede parecer que es más económico porque solo consideran el costo del aparato.
- Un servidor físico puede personalizarse mejor al ser propio y estar en el site de la oficina, por lo que se tiene más control sobre la configuración. Pero, también es necesario darle mantenimiento constante.
- Un servidor físico en caso de falla no se puede volver a levantar de manera inmediata, si se va la luz o presenta daño físico la información se pierde si no se cuenta con un esquema de respaldos.
- Un servidor propio requiere de un especialista para su manejo.
Para un ERP, desarrollar un esquema flexible es el escenario ideal; sin embargo, depende del momento de la implementación.
Por ejemplo, si es un ERP que inicialmente solo va a tener 1 o 2 usuarios podría quedar bien un servidor físico, pero si dentro de este plan está considerado crecer exponencialmente la nube si es la opción ideal.
Además, sobre todo recordemos que cuando se adquiere un servidor físico se debe de considerar la compra en base a los picos máximos de peticiones, haciendo que la mayoría del tiempo sea una capacidad obsoleta.
Por lo tanto, es un gasto que no generó tanto retorno, en el caso de una nube al ser escalable no se necesita estimar el pico máximo.
En conclusión.
La nube es altamente recomendable e inclusive cada una de las nubes tienen soluciones diseñadas para cada empresa, las cuales desarrollan un sistema central donde las actividades se pueden monitorear y los errores se pueden reducir.
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